Aunque nuestros coches sean cada vez más modernos, tenemos que cuidarles, tanto por dentro como por fuera. Descubre hoy cómo cuidar el motor.
De las averías más grandes y caras que podemos tener en un coche es una rotura de motor, por lo que hay que cuidarle y extremar todas las precauciones; incluso aunque estén nuevos. De hecho, a veces sale más rentable cambiar de vehículo que ponerle un nuevo motor. Es el corazón de nuestro auto y, por ello, es imprescindible no dañarle de forma innecesaria. Con los siguientes consejos, seguro que podrás alargar la vida del elemento más importante de tu coche.
Aunque los nuevos vehículos están preparados y sus motores son cada vez más potentes y resistentes, es fundamental respetar el tiempo de calentamiento, sin acelerar cuando el motor está aún frío. Esperar a que la temperatura suba resulta clave. Por otro lado, cambia los filtros cuando sea necesario, porque si no, podrían obstruirse y romperse, provocando grandes averías. Por supuesto, ten cuidado con las revisiones periódicas de tu coche. Pásalas cuando te lo diga el mecánico o la marca, para tener el coche siempre en perfecto estado.
Asimismo, no dejes siempre el coche en la reserva. Debes esquivar esta mala costumbre y repostar antes de llegar a ese extremo. Así evitarás que la bomba de combustible absorba todas las impurezas. Además, rehuye de repostar cuando el camión esté llenando los depósitos de diésel y gasolina, porque podrías introducir impurezas y humedad en el depósito. Por otra parte, recuerda cambiar el aceite del motor de manera frecuente, o cada cierto número de kilómetros establecido por la marca o el mecánico, y revísalo siempre que salgas de viaje. Si tienes un coche viajo, revísalo más a menudo, porque son muy propensos a perder o quemar aceite.
Consejos para cuidar el motor a la hora de conducir
Debes tener claro también que la forma de conducir afecta bastante al motor, así que evita acelerar y frenar bruscamente. Intenta llevar una adecuada y progresiva conducción durante todo el trayecto. Para ello, resulta muy útil revisar, si es posible, el estado del camino por el cual circularás antes de salir de casa.
Además, trata de proteger el motor de los cambios bruscos de temperatura. En la medida de los posible, guarda tu coche en un garaje, puesto que las heladas, las nevadas, y las altas temperaturas harán que tu motor se vea perjudicado. Así pues, mantén tu coche a salvo, para evitar males mayores.
También deberás controlar la presión de los neumáticos. Por increíble que parezca, el funcionamiento de éstos puede afectar a la vida de tu motor. Si no tienen la presión adecuada, las ruedas tendrán un mayor desgaste y el rendimiento del motor empeorará debido a que el vehículo consumirá más combustible. Mantener el coche en buen estado no es nada complicado, basta con seguir ciertas pautas y hacer caso, sobre todo, a los mecánicos de confianza y a las propias marcas, que nos dirán cuándo debemos realizar las revisiones periódicas de nuestro automóvil.
