Uno de los problemas que traen los coches puede estar relacionado con esto. Cómo reaccionar si te quedas sin embrague al volante.
Puede parecer surrealista, pero la realidad es que mientras conduces puedes tener un percance con el embrague. De hecho, una de las cosas más comunes que te pueden ocurrir si no pasas una revisión periódica o llevas mucho tiempo sin cambiarlo. Sin embargo, una rotura de este pedal no tiene que significar automáticamente la entrada en pánico. No obstante, sí que puede resultar un gran contratiempo si estás al volante.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que no todos los coches tienen embrague y es que últimamente se está apostando por un modelo automático sin marchas. De esta manera lo único que tienes que hacer es acelerar y frenar, facilitándote de esta forma la conducción. No obstante, un coche tiene embrague, tienes que tener en cuenta varios vamos a seguir que pueden suponer el estar alerta al volante.
Qué hacer si te quedas sin embrague conduciendo
Lo primero que hay que tener en cuenta es que lo que va a ocurrir en este supuesto es que el pedal de embrague se hunda hasta el fondo. Si esto ocurre no podremos ni aumentar ni reducir las marchas del vehículo. Hay que que realistas y valorar que en el caso de que esto ocurra puedes poner en peligro la seguridad vial propia y también la de los demás. Pero es algo que no depende de nadie en especial y puede tocarte de forma aleatoria. Así que estos son los consejos que debes seguir si se te rompe el embrague en marcha.
En primer lugar, hay que seguir a rajatabla puede parecer muy sencilla en la teoría y más complicada en la práctica, pero hay que intentarlo llevar a cabo. Todo pasa por mantener la calma en todo momento. Esto quiere decir que nunca hay que pegar un frenazo en seco. Tampoco cambiar la trayectoria del vehículo para conseguir frenar el tráfico durante la conducción. Esto es así básicamente para no poner en riesgo la seguridad vial.
A partir de ahí, encender las luces de emergencia debería de ser obligatorio para alertar al resto de conductores de que algo ocurre en tu vehículo. Lo siguiente es intentar valorar si es posible detenerse en la vía en la que te encuentras circulando, pero siempre a un lado de la calzada y evitando poner en riesgo al resto de conductores o viandantes. Finalmente, es clave poner el punto muerto al vehículo porque el embrague rompe con una marcha puesta. Esto se puede hacer acelerando mientras empujamos la palanca de cambios para quitar la marcha.