Es importante reseñar que un vehículo tiene que pasar una revisión. Cuál es la diferencia entre una ITV negativa y una desfavorable.
La famosa ITV pone normalmente en un aprieto a más de un conductor. El miedo que hay a no pasar la revisión periódica del vehículo podría suponer más de un problema para el mismo más allá de tener que cambiar de coche si no sale todo según lo previsto. Es cierto que cuando compras uno nuevo lo más probable es que hasta un lustro después de la adquisición no es sea necesario acudir a realizar la revisión.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la inspección técnica del vehículo es obligatoria y hay que pasarla de forma periódica. Esto es así y puede serlo de forma bianual, llegando a ser anual si el coche en cuestión ha pasado un mínimo elevado de años desde que saliese de fábrica.
Diferencia entre ITV negativa y desfavorable
Lo lógico es intentar pensar en que tu revisión del vehículo saldrá adelante y no tendrás ningún tipo de problema con la ITV. Sin embargo, el riesgo está latente y un fallo que pueda poner en peligro las normas de circulación obligarían a echar para atrás a tu coche o moto. Por ello, hay que intentar asegurarse antes de ir a un centro de inspección de que todo esté en perfectas condiciones y que se puede pasar la misma sin ningún tipo de problema.
No obstante, si ni con esas se consigue pasar la ITV, el centro de inspección te puede etiquetar de dos maneras distintas. La primera y que tiene fácil solución es como desfavorable. La otra es mejor ni pensarlo que es que se etiquete a tu vehículo con una inspección negativa.
Si tu coche recibe una inspección desfavorable, significa que ha encontrado algún fallo lo suficientemente grave a la hora de realizar la ITV. Afortunadamente, se trata de un error que puede tener solución yendo a un taller para repararlo. El conductor o titular del vehículo tiene hasta dos meses para corregir dicho problema.
El problema llega si la inspección es negativa. En este caso se ha detectado durante la ITV un defecto muy grave que impide que el vehículo pueda seguir circulando bajo cualquier circunstancia. En este aspecto, una grúa remolcará el vehículo al taller para su reparación. No solo eso, sino que tendrás que pagar una multa que puede ascender a los 500€ por poner en peligro la normativa vial.