La subida del precio del combustible provoca ilegalidades. Piratear surtidores, la última moda para conseguir gasolina gratis.
Lo que está pasando en los últimos años en España ha provocado un cisma de crispación en gran parte de la sociedad. Desde la época del coronavirus y aprovechando la guerra de Ucrania el precio del combustible no ha parado de aumentar hasta situarse en límites insospechados. Afortunadamente, se introdujo un bono del Estado para poder reducir ese precio a la hora de llenar el depósito de nuestros vehículos, pero parece no ser suficiente.
En estos últimos meses se ha vuelto a disparar el precio de la gasolina no solo en España sino también a nivel internacional. Está provocado que se esté empezando a apostar muy fuerte por los vehículos híbridos y eléctricos, algo que quieren los países para reducir la contaminación global. Sin embargo, la presencia de coches diesel o de gasolina sigue siendo mayoritaria en las carreteras.
La última moda para conseguir gasolina gratis
De momento se está empezando a viralizar una nueva moda que ha surgido en Estados Unidos y más concretamente en Detroit. El hecho de que esté aumentando el precio de la gasolina de forma abusiva ha provocado que haya personas que estén cometiendo irregularidades e ilegalidades para salir al paso.
De hecho, la última moda que se está empezando a hacer viral está relacionado con el pirateo de los surtidores para adquirir gasolina gratis. El proceso con el que lo consiguen es muy sencillo y es que únicamente necesitan un teléfono móvil o un dispositivo eléctrico. A partir de ahí, gracias al Bluetooth del teléfono consiguen anular el sistema de la gasolinera librando así una importante suma de gasolina o diésel para llenar el depósito correspondiente. Todo ello sin pagar ni un solo dólar.
La realidad es que en los últimos meses se han podido conseguir dispositivos electrónicos capaces de piratear los diferentes surtidores de las gasolineras. De hecho ,es más fácil gracias a la compra por internet.
Es importante reseñar que esta práctica evidentemente no es legal y que está penalizada con multas o incluso cárcel. De hecho, las cámaras de seguridad de las gasolineras son las que están consiguen identificar a los infractores. Los empleados de las mismas no pueden hacer nada más que llamar a la policía y esperar a que hagan acto de presencia allí.