Mercedes no tuvo precisamente un buen fin de semana en Brasil: Aston Martin fue la gran sorpresa y por eso Wolff se desespera
Si de algo ha servido el fin de semana de Interlagos es para comprobar que Aston Martin no estaba tan mal, y Mercedes tiene mucho que mejorar. La escudería alemana había realizado dos grandes premios en México y Estados Unidos. De hecho, se llegaba a asegurar que Russell y Hamilton podrían plantar cara muy pronto al todopoderoso Max Verstappen. La ilusión estaba más que disparada, pero se encontraron con una situación muy difícil de sobrellevar en una de las carreras más especiales para la marca.
Llegaron a Brasil con la moral por las nubes y con un Lewis Hamilton más que motivado. Como es sabido por todos los aficionados a la Formula 1, el inglés es el piloto más querido de la parrilla por los seguidores brasileños. Comparten una admiración absoluta por Ayrton Senna, una de las mayores leyendas de este deporte. El británico siempre ha mostrado su predilección por los aficionados del país sudamericano, algo que les ha unido aún más. Sin embargo, tanto el rendimiento del heptacampeón como el de su compañero dejaron mucho que desear… por sus respectivos Mercedes.
Toto Wolff enciende la mecha con unas declaraciones más que sorprendentes
Tras el Gran Premio de Brasil, tanto Hamilton como Wolff hablaron claro ante los medios de comunicación. El piloto fue muy tajante: «En las dos últimas carreras nos hemos entusiasmado por ver que hemos progresado, algo muy positivo de ver. Pero cuando llegas a otra pista y tienes la peor degradación en mucho tiempo, no sabes que esperar». Más allá de esa situación, quiso dejar patente que quiere olvidar ese coche cuanto antes: «Solo quedan un par de grandes premios más, y se habrá ido».
El que no se mostró tan relajado fue Toto Wolff, que no dudó en agitar el árbol de Mercedes: «Para mí, personalmente, el peor fin de semana en trece años. Actuación imperdonable. Ni siquiera hay palabras para esto. Ese coche terminó segundo la semana pasada y la anterior, y cualquier cosa que le hacíamos era horrible». Pese ser una de las escuderías más respetadas, sembró la duda: «Somos una estructura de verdad, un equipo sólido, pero no lo parecíamos. Curiosamente, en tres carreras consecutivas terminas en un buen segundo lugar en ambas, desafiando a Max, y luego, una semana después, no terminas en ninguna parte. Creo que esto, simplemente, no puede ser».
Lo realmente curioso es que Aston Martin ha sido el que ha hecho el camino inverso. De estar en zona de nadie, han ocupado los puestos, junto al McLaren de Lando Norris, que han dejado los Mercedes de anteriores carreras. Ahora, la escudería británica es el principal quebradero de cabeza de los alemanes.