Lamborghini y Ferrari son dos de las marcas deportivas más conocidas del panorama actual: la discusión que generó una de las marcas conocidas
Ferruccio Lamborghini y Enzo Ferrari fueron contemporáneos. También fue contemporáneo su indiscutible éxito empresarial. El de Ferrari, en el terreno automovilístico de competición. Sus primeros superdeportivos relucían en los garajes de las clases más pudientes. Eran motores que rugían, carrocerías que enamoraban y velocidades que erizaban el vello. Ferrari creía entonces que nunca encontraría rival en el mercado… pero todo cambió.
Ferruccio, acostumbrado a la vida rural gracias a su fulgurante negocio de tractores, logró amasar una gran fortuna que le permitió costearse, entre muchos otros lujos, un Ferrari. Ferruccio fue muy crítico con la empresa de Enzo y argumentó que el embrague de uno de sus modelos empleaba una tecnología muy similar a la que utilizaban sus tractores.
Alegando el inmenso coste de mantenimiento que requerían los Ferrari, Ferruccio se dispuso a hacer sombra a Enzo. Reunió a un equipo de ingenieros y entre todos comenzaron a trabajar en lo que terminaría siendo el Lamborghini 350GT, en cuyo chasis brillaba un toro dorado que se convirtió en representativo de la marca y que bautizó a muchos de sus modelos con nombres de variedades de lidia.
El proyecto incipiente atravesó una crisis interna. Ferruccio detestaba la competición abogaba por unos automóviles más funcionales que aprovecharan al máximo los elementos de sus tractores. Sin embargo, se cree que un par de integrantes de la empresa lo convencieron para apostar finalmente por los deportivos. Si deseaba ser un adversario digno para Ferrari, debía irrumpir directamente en su propio mercado.
Así están en la actualidad: toda una sorpresa
Enzo tranquilizó al resto de su empresa, asegurándoles que no debían alterarse por lo que, él sostenía, era un intento burdo por frenar su imparable avance. En todo burlón, apostó a que la iniciativa de Ferruccio no lograría más de 5 ventas en todo el mundo. Se equivocaba. Logró 750.
En la actualidad, Lamborghini ha lanzado al mercado coches tan icónicos y legendarios como el Aventador. También el Veneno (inspirado en el Batmobile), el Huracán o el Urus. Además, su mercado, conformado por clientes acaudalados y fieles, ha competido con Ferrari desde entonces por el ansiado título de la mayor empresa automovilística de competición del mundo.
La discusión que generó una de las marcas más conocidas en todo el mundo y que todavía agradecemos.
