Limpiar la carrocería y las llantas del coche a mano resulta muy pesado, pero hoy vamos a darte unos trucos para hacerlo rápido y sencillo.
Con la lluvia, el polvo, las calimas… los coches duran muy poco tiempo limpios. Y llevarlos a que los limpien resulta muy costoso, lavarlos en las gasolineras con las pistolas a presión no siempre deja el resultado deseado y limpiarlos a mano da mucha pereza porque a veces tampoco quedan perfectos.
Encima, si limpiar el exterior cuesta un mundo, cuando llegamos a las llantas ya nos damos por vencidos. Sin embargo, es muy importante lavar el coche regularmente, al menos una vez a la semana; de esta forma, evitarás que la suciedad se pegue aún más a la carrocería. Por ello, vamos a darte los mejores consejos para que tu vehículo y tus llantas luzcan relucientes casi como el primer día.
¿Cómo limpiar el coche y las llantas?
Antes de nada, para que una limpieza sea efectiva, cabe destacar que hay que pasar por cuatro etapas: prelavado, lavado, enjuagado y secado. Primero tenemos que prelavar el coche, es decir, quitar todas las manchas posibles antes de meternos de lleno en el lavado. Pero nunca lo hagas en seco. Usa productos específicos para ello. Y si usas una pistola de agua a presión, recuerda no acercarla demasiado a la carrocería, ni a las llantas, porque podemos dañarlas.
Ahora toca lavar el coche. En esta etapa, primero pulveriza agua con jabón y prepara un cubo con la misma mezla. Y después, humedece un cepillo especial para este tipo de superficies y pásalo por todo el coche, haciendo especial hincapié donde esté más sucio. Te recomendamos que vayas por zonas, para evitar que el jabón se seque y deje manchas.
Es el turno de las llantas, pero antes debes saber de qué material están hechas: aluminio, acero o fibra de carbono. Si no llevas mucho tiempo sin limpiarlas o no se encuentran muy sucias, bastará con pasar una bayeta mojada por toda la zona. Si están muy sucias usa un producto recomendado para ellas; también pueden servirte el amoniaco o un quitagrasas. Pero no abuses de estos productos porque pueden afectar al aspecto de la llanta.
Para terminar, aclara todo el vehículo con agua a presión y sécalo con una bayeta especial para que no arañe la superficie. Puedes aplicar un abrillantador especial para coches. Aplícalo a una distancia de unos 20 centímetros de la carrocería, deja que actúe y, finalmente, pasa un paño para eliminar el exceso de cera. Con estos pasos, tu coche quedará limpísimo y brillante.
