La situación de MotoGP propició uno de los capítulos más dramáticos en Valencia: Márquez fue uno de los protagonistas
El Mundial de MotoGP se decidió en la última carrera de la temporada. Jorge Martín había hecho los deberes de la mejor forma posible en la sprint. Aprovechó un mal día de Pecco Bagnaia para ponerse a tan solo 14 puntos con 25 por delante. La ilusión se disparó en el box de Prama pese a las dificultades que entrañaba pelear todavía por el campeonato. Tenía que salir a ganar, como así hizo, pero no controló la presión ni su extrema ambición.
Pese a no salir entre los primeros clasificados, tanto Pecco Bagnaia como Jorge Martín se colocaron en las dos primeras posiciones. El primero era el italiano, que marcó un ritmo endiablado en su Ducati Corse. Tras él, un Jorge Martín que hacía exprimir al máximo su Prama. Ninguno otro piloto se podía permitir alcanzar esas velocidades al paso por curva en esos momentos. El madrileño tenía claro que tenía que adelantar a Bagnaia cuanto antes, de ahí que lo intentase en la primera curva. Sin embargo, se pasó de frenada y su moto se fue más allá del asfalto. Quedó por detrás del top-5, por lo que tenía que remontar cuanto antes.
La situación del campeonato de MotoGP quedo más que clara: sin presión para Pecco Bagnaia
Tanta era la presión y la desesperación en Jorge Martín, que no dudó en darle gas a su moto en situaciones realmente complicadas. El madrileño pasó a varios pilotos sin apenas problemas. Los tuvo con Maverick Viñales, algo que no entendió el de Prama después de la carrera. Cuando llegó el momento de adelantar a Marc Márquez, la situación cambió de forma radical. Parecía que lograba hacerlo, pero su moto se le fue de las manos y ambos cayeron sobre el asfalto. Justo en ese momento Bagnaia ya era campeón.
Después de ese incidente, en el que Marc Márquez quedó mal parado, Jorge Martín acudió al box de Prama para desahogarse con su círculo más cercano. Lloró hasta no poder más, pero finalmente se recompuso. Mientras sacaba toda la tensión contenida, muchos no daban crédito a que no se había preocupado en absoluto por el estado de salud de Marc Márquez. Después de la carrera, ambos pilotos se vieron ante las cámaras. Fue ahí cuando el de Cervera aceptó el perdón sin ningún problema y asumió que Martín se estaba jugando en Valencia un Mundial de MotoGP y entendió su situación perfectamente.
La imagen de ambos es histórica, como histórica puede ser su rivalidad en 2024. Márquez cabalgará a los lomos de una Ducati Gresini, por lo que pueden ser rivales directos por el campeonato de pilotos de MotoGP.