Es uno de los tipos de radares muy utilizados en nuestras carreteras. Conocer cómo funcionan es fundamental para evitar multas indeseadas.
El radar de tramo es uno de los más comunes en las carreteras. Al igual que el resto de los radares, su objetivo es controlar la velocidad a la que circulan los vehículos, una de las principales causas de accidentes mortales, según las estadísticas. Su instalación por parte de la Dirección General de Tráfico (DGT) comenzó en 2010. Ayudan a mantener la seguridad en las autopistas, autovías y carreteras convencionales, disuadiendo a los conductores para que estos no sobrepasen los límites establecidos en cada tramo.
¿Pero cómo funciona exactamente este tipo de radares? ¿Cómo detectan la velocidad de cada conductor? Sigue leyendo y descubre el funcionamiento de estos aparatos. Estos radares son los encargados de medir la velocidad a la que circula un vehículo, no solo en un momento concreto, sino también a lo largo de todo un tramo; de ahí su terminología. Para la medición se usan dos o más cámaras, que suelen ser de infrarrojos y que están sincronizadas durante todo el tramo de la carretera. Estas se encargan de grabar continuamente a los vehículos, midiendo el tiempo que tardan en hacer el recorrido.
¿Cómo funcionan los radares de tramo?
Pongamos un caso práctico para entenderlo mejor. Imaginemos que, a 120 km/h, un tramo en particular se hace en 2 minutos. Si un coche lo completa en menos tiempo, será que ha ido a más velocidad de la permitida. Con lo que eso conlleva: sanciones a los infractores sin que estos lo sepan en ese momento. Y es que, a diferencia de los radares fijos, que arrojan un destello cuando se sobrepasa la velocidad máxima permitida en la carretera, los radares de tramo no emiten ninguna señal.
Las multas por sobrepasar la velocidad máxima permitida en aquellas vías donde se han instalado radares de tramo son las mismas que las detectadas por el resto de radares. Se calculan dependiendo de por cuánto se superen los límites, con sanciones de, como mínimo, 100 euros. Actualmente, en España existen hasta 140 radares de tramo. Los dos que más sanciones acumularon en 2022 están ubicados en el kilómetro 288,74 de la autopista de la A-7 (contiene una extensión de 1,11 kilómetros) y en el kilómetro 545,1 de la autopista A-8 (5,12 kilómetros de extensión).
Siempre tienen que estar bien señalizados y deben indicar la extensión del radar. No obstante, es imprescindible seguir las normas de circulación y respetar la velocidad máxima de cada vía. De esta manera, evitarás que te sancionen y, lo más importante, podrás evitar accidentes que pongan en riesgo tu vida y la de los demás.